En los últimos años se ha visto el aumento en la preocupación por el cuidado de la piel, más que un pasatiempo de una o dos veces a la semana se ha convertido en un hábito diario. Es importante saber que no es necesario aplicarse una gran cantidad de producto, sino que saber cuáles y en qué orden aplicarlos. A continuación te compartiremos una rutina de 5 pasos que pueden hacer en casa y donde solo invertirán 10 minutos como máximo al día.
El retinol es una molécula anti-envejecimiento que todos podemos usar, pero debes saber que puede causar sequedad en el rostro cuando se usa por primera vez, reacción absolutamente normal, ya que el activo estimula la producción celular y, por un corto tiempo disminuye la síntesis de ceramidas, lípidos que restauran e hidratan la piel.
A lo largo del día, la piel va perdiendo humedad, haciéndola más débil y vulnerable ante factores externos que aceleran el envejecimiento cutáneo. Por eso, cuando la piel se siente reseca o tirante, estamos frente a la señal inequívoca de que el rostro está perdiendo humedad y, por ende, también la zona alrededor de los ojos. Para evitar y combatir la pérdida de humedad en esta área tan delicada, la mejor recomendación es elegir un contorno de ojos con ácido hialurónico, cuyas propiedades hidratantes consiguen un resultado elástico, joven, firme y visiblemente más sano.
El agua micelar es un cosmético que atrapa la suciedad de la piel mientras la hidrata y tonifica, dejando una sensación fresca en nuestro rostro. Pero ¿Dónde reside su poder? La magia de esta agua radica en “las micelas, moléculas que tienen la capacidad de atraer y retener las partículas de suciedad y sebo que se acumulan en el rostro, limpiándolo en profundidad mañana y noche e impidiendo que contaminantes penetren y aumenten la sensibilidad de la piel”, asegura María José Solar, Brand Manager de Bioderma.
Llegó la primavera y con ella variados cambios ambientales que pueden afectar no sólo el sistema respiratorio con las alergias, sino también la piel. Esto porque la variación de temperatura, junto a una mayor exposición solar y más pérdida de humedad, pueden agudizar problemas como la deshidratación de la piel, especialmente la del rostro.
