Los errores más comunes al ponerse a dieta para adelgazar

Figurella - Dietas

 

Diciembre 4, 2020
Los niveles de sedentarismo en el país aumentaron de manera exponencial debido a los más seis meses de cuarentena radical en Santiago y algunas regiones por la pandemia, sin embargo, con la reciente vuelta a la normalidad, se ha incrementado el número de personas que asumen cambios de hábitos para recuperar la figura de cara al venidero verano, y como siempre, no faltan quienes deciden tomar “atajos” para lograr ese objetivo del cuerpo soñado, contra todas las recomendaciones de los especialistas.

Tener momentos de actividad en el día para romper la quietud o realizar de forma regular ejercicios programados, indiscutiblemente es una práctica que te ayudará a mantener cuerpo y mente saludables.

Ahora, si el objetivo principal es perder peso, el ejercicio físico es solo una parte de nuestra tarea, y el éxito o fracaso dependerán de la motivación que tengamos, y de una correcta alimentación.

Giselle Koch, nutricionista de Figurella, (sistema de reducción de medidas, único para mujeres, certificado por contrato y con más de 8 años en Chile), nos comparte los errores más comunes que cometen las personas a la hora de iniciar un proceso de cambio de hábitos y algunas recomendaciones para conseguir el objetivo:

  • Es importante que seas realista y antes de comenzar un cambio en tu alimentación, tengas en cuenta que el proceso es lento y requiere de un trabajo consciente y constante, ya que se trabaja en modificar hábitos, para lo que no existen tiempos definidos, por lo que es necesario esperar un período de semanas para verlo reflejado en los cambios corporales.
  • Optar por una dieta milagrosa. El acceso a Internet y el mundo digital nos pone frente a dietas milagros, suplementos prometedores y una cantidad de información que nos puede llevar por el camino menos saludable. Algunas sugieren la reducción de ingesta de carbohidratos, consumo excesivo de proteínas, hasta no comer por varias horas y tomar puros líquidos. La realidad es la siguiente: En cuanto a la nutrición, los atajos no son buenos. Esto puede producir un efecto rebote al cabo de un tiempo, y las consecuencias no solo afectan a nuestra salud, sino a nuestro objetivo de perder peso de manera estable y perdurable en el tiempo.
  • Reducir drásticamente la ingesta de comidas. Pasar hambre nunca será la solución. Es cierto que debe existir un déficit calórico, consumir al día menos calorías de las que se utilizan o gastan, pero no se trata de morir de hambre, sino de hacer una correcta elección de alimentos que, con menor densidad de calorías, seguirán aportando nutrientes y además te darán saciedad, como legumbres, cereales, carnes magras, frutas enteras, vegetales, lácteos descremados, etc.
  • Menos momentos o tiempos de comida en el día. Consumir varias comidas, o tener varios tiempos de comidas diarias hará posible que controles mejor el apetito, y con ello evitarás el “picoteo”.
  • Mala calidad del sueño. Dormir bien o mal va a ser crucial a la hora de regular nuestro organismo. Tener una buena calidad del sueño asegurará que nuestro organismo se recupere adecuadamente y mantenga regularizados nuestros ciclos hormonales, de lo contrario, éstos pueden verse afectados e impactar en las hormonas encargadas de regular nuestro apetito.
  • Evita el estrés. El estilo de vida estresado es perjudicial para mantener nuestro organismo en equilibrio, más si estamos comenzando un proceso de cambio de hábitos alimentarios, pues raramente conseguirás comer a las horas idóneas, prepararte la comida correcta y disfrutar de tus platos.
  • Rompe la quietud, suma más movimiento y realiza ejercicio de forma regular. Mantener un buen componente muscular y funcional, es clave para poder disminuir los depósitos grasos almacenados de forma excesiva. Es por eso que se hace necesario combinar los aspectos nutritivos con la práctica de actividad o ejercicio físico de forma regular. Sin este último factor, difícilmente lograrás provocar el déficit energético de forma saludable.
  • No incluir frutas. Las frutas son alimentos con pocas calorías y con un valor nutritivo muy alto. Además, contienen fibra que ayuda a regular nuestro tránsito intestinal y nos hacen sentir saciedad.
  • No controlar el azúcar y la sal. Mientras la sal es responsable de la retención de líquidos, el exceso de consumo de azúcar aumenta los niveles de insulina.
  • Comer productos light. Existe mucho marketing detrás los productos light, que la mayoría de las veces ni si quiera es en referencia a su bajo contenido de calorías, en la medida de lo posible, es mejor evitarlos.

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